/nota: Siento el retraso, la navidad....../
Daan soltó una palabrota mientras impactaban contra el suelo. A ella las tejas sueltas le rozaron el vientre desnudo y le hicieron pequeños arañazos. Rodaron hasta atrás de una tejavana que los resguardaba. Notó como parte del cuerpo de él la aplastaba, aunque eso solo duró un par de segundos ya que el chico se reincorporó y tomó la navaja en las manos. Ella levantó un poco la pistola y disparó un par de veces más al frente, sin saber contra qué impactarían las balas.
─Con esa navaja no conseguirás hacer nada.
Él seguía intentado no aplastarla demasiado. Ignoró su comentario.
─Tenemos que salir de aquí como sea─ siguió diciendo ella.
Él emitió un sonido de resignación.
─Dime algo que no sepa─ respondió mientras le arrebataba la pistola de las manos y se la cambiaba por la navaja ─.Se te dan mejor los cuchillos a ti que a mí.
Ella lo miró un segundo y acto seguido al frente. Aún no se veía a la persona que disparaba contra ellos, según parecía se había alejado al escuchar los disparos de Yary. Miró velozmente a su alrededor, necesitaba algo para salir de allí.
─Distráelo como sea─ ordenó la mercenaria al chico mientras intentaba salir del debajo de su cuerpo.
─ ¿Qué vas a hacer? ─ preguntó con voz seria, intentaba agarrarla pero ella avanzaba rápida a gatas hacia el borde del tejado.
─Sacarnos de aquí─ respondió quizá demasiado áspera.
Yary dedicó una mirada fría a Daan y se descolgó tejado abajo, hasta llegar a un pequeño balcón de piedra con las barandillas oxidadas. Vio la calle abajo, extrañamente desierta, tal vez demasiado. Eso no era normal, teniendo en cuenta la zona en la que estaba. ‘Son realmente idiotas si piensan que voy a caer’, pensó con desdén. Con una patada derrumbó la estropeada puerta de balcón.
Escuchó disparos que provenían del tejado, miró un poco arriba pero solo vio niebla. Se apresuró en entrar en la casa.
Todo en el interior era antiguo y ruinoso, en algunos lugares faltaba suelo y de no andar con cuidado podía caer a la planta inferior. Olía a frío y humedad, se veían motas de polvo volar por la estancia. Se escuchaba silencio.
Apretó fuerte el cuchillo contra ella y se peinó el pelo hacia atrás con una mano para que no le entorpeciese la visión, aunque pasados dos segundos parte del flequillo volvía a cubrirle el ojo derecho. La madera crujía con fuerza, ella frunció el ceño, sentía que el suelo se abriría en cualquier momento dejándola caer y precipitarse contra el suelo y eso le hizo retroceder. Se obligó a si misma a alejar esa sensación de su cuerpo y se irguió. Se agarró el pelo en una coleta alta y caminó con decisión y sigilo. Aún no sabía que es lo que iba a hacer para sacar al rubiales y a ella misma de esa situación entre la vida y la muerte, pero todo iría sobre la marcha, como de costumbre
Aunque la casa tuviese que estar en total, o en casi total penumbra ya que las ventanas estaban cubiertas con troncos de madera, no lo estaba. De alguna parte entraba luz, demasiada.
Continuó caminando casa adentró. Cruzó lo que sería un pasillo y se adentró en una habitación. No encontró forma de salir, solo manchas de humedad en las paredes y mohosos muebles. Suspiró y salió la habitación, debía darse prisa o el chico podría pasarlas canutas. Aunque a ella no le importaba demasiado él, sino la bronca que le caería por parte de Dereck, su jefe. Pero en realidad, eso tampoco la inquietaba.
Notó algo líquido bajo sus pies. Era un pequeño charco de agua. Miró al techo. Por un momento pensó que se trataba de una gotera, pero cambió de opinión cuando se dio cuenta de que había muchos más . Recordó, aquella tarde había llovido. Parecían provenir de otra habitación, en la que también se podía ver un gran charco. El agua de esa sala reflejaba la luz de la luna. Eso solo podía significar una cosa.
Corrió mientras el agua le salpicaba las piernas. Llegó hasta la puerta y se asomó.
— Eureka — exclamó en voz baja al descubrir que en el techo había un agujero que daba a otra parte del tejado.
Arrastró una vieja cómoda plagada de musgo y apoyó sus manos en ella presionando. La madera, que estaba húmeda, se hundió levemente hacía abajo y resonó con lo que parecía un alarido. Suspiró, dudaba de que ese mueble soportara su peso, aunque solo fuera un par de segundos.
De repente escuchó unas pisadas por el pasillo. Pisadas fuertes y decididas que avanzaban velozmente hacia donde estaba ella. Su número de pulsaciones aumento por momentos. Se dispuso a subirse a la cómoda para llegar al tejado, pero al apoyar la mano en una esquina del mueble y levantarla se fijó que se había manchado de un líquido escarlata.
Sangre.
Miró al agua y advirtió que estaba tintada de rojo, algo en lo que no había reparado antes.
Fue entonces, en esos momentos de reflexión cuando el individuo del pasillo apareció. Tenía los ojos ocultos tras unas gafas negras con los cristales rayados. Le faltaba pelo. Marcas de cicatrices en la cara y tez morena, sucia y brillante por el sudor. Tenía la camisa blanca y los pantalones negros de pinza rasgados y con manchas de sangre por todas partes.
Mostró su mano con una pistola negra y la levantó.
—Por fin—jadeaba— Te tengo. Tu cabeza tiene un precio muy alto, aquí en la frontera ¿Sabes?
Ella se cruzó de brazos fingiendo que no le molestaba la pistola que le apuntaba. Mostraba indiferencia.
—Sí, eso me han dicho — ladeó la cabeza un poco hacía un lado— No entiendo el porqué, tan solo soy otra joven problemática más, que se desahoga cortando cabezas— respondió con ironía notable.
El hombre rió. Ella cambió la expresión de repente y lo miró fríamente. El otro calló.
—Aquí han matado antes a alguien, o al menos herido. Cortesía de la casa supongo.
El otro se rascó la cabeza sin dejar de apuntarla.
—Supones bien.
— ¿Venganza?
— ¿Debería? —preguntó el otro.
Ella se encogió de hombros.
—No lo sé, después de todo han matado a Víctor, tu superior.
Él se quitó las gafas, mostró un unos ojos oscuros rodeados de arrugas. Sus comisuras se crisparon.
—Nadie más sabía eso. ¿Fuiste tú?
Ella puso los ojos en blanco.
—No te hagas en tonto. Sabes, sabéis, de sobra que fui yo — Lo dijo con un tono de voz despreocupado, estaba jugando con él como si fuera una marioneta— Todos buscamos lo mismo. Algunos simplemente tienen que salir del juego para dejar paso a otros. Es así como funciona todo —hizo una pausa deliberada— ¿no? —agregó con maldad.
—Zorra— espetó con rabia el otro mientras apretaba el gatillo y disparaba.
Yary se lanzó al suelo y rodó hasta quedar al frente de él y golpearle con la pierna derecha desde abajo. Los dos se empaparon de agua y sangre. Por el impacto soltó el arma que se perdió por la sala.
Él la golpeo con fuerza en la cara, y ella lo cogió por la camiseta y rodó hasta conseguir colocarse sobre él, e inmovilizarle apretando las rodillas contra su abdomen mientras le asestaba puñetazos en la cara. Comenzó a fluirle sangre desde la mandíbula.
Él la apartó como pudo y agarrándola por el cuello la empotró contra la pared de madera y apretó su cuello. Ella le golpeó con una pierna el vientre y consiguió cortarle la respiración. Aprovechó ese momento para blandir la navaja de Daan y acto seguido abalanzarse contra él, tirarlo al suelo y clavarle el filo en el pecho.
De repente, reinó el silencio.
El agua se tiñó de un color mucho más intenso que antes. Brillante rubí líquido, que fluía por la ropa y se escurría por el pecho de la víctima. Las manos de la asesina, así como el resto del cuerpo, estaban manchadas de lo mismo.
Yary se paso la mano por la frente apartando el flequillo, mojado al igual que el resto de la coleta. Se levantó despacio y miró arriba, la luna se distinguían entre la niebla. Se subió con cautela a la cómoda, la cual se tambaleó de forma peligrosa hacia ambos lados, y llegó al tejado. Respiró una bocanada de aire y se dispuso a buscar una escalera de incendios con la que bajar a la calle u a otro lugar. Algo le decía que más gente la estaba buscando.
Al caminar por el tejado, a la lejanía vio alguien tirado en el suelo. Frunció el ceño con extrañeza y avanzó hacía el cuerpo.
Se trataba de otro hombre con gafas oscuras, esta vez con pelo, con heridas de bala en el vientre. Se arrodilló junto al cuerpo para registrarlo. No llevaba nada, y no tenía balas en la pistola.
Alguien le tocó la espalda.
Ella se giró en el acto dispuesta a pegar un puñetazo al individuo. Se encontró de frente con unos ojos claros, una sonrisa traviesa y despeinadas greñas doradas y onduladas. Daan.
—Bu—exclamó él.
El rubio paró el golpe de la chica con la mano.
Tienes que seguirla rapido! me encanta tu historia!!!! Besos! =)
ResponderEliminar¡ME ENCANTAAAA!
ResponderEliminarAunque me sigue haciendo mas tilin Victor zombie que Daan xD (No me mates por ello ajaja)
Y... ¡YARY LA MEJOR! Sus tecnicas de combate... ajjaa me lo imagino todo!! ¡Sigue asi! ¡QUIERO EL PROXIMO YAAAA! :)
El rubiales..grrrr =D
ResponderEliminarMe encanta yary!
Por fin puede pasarme a leer los relatos que no había leído en mi ausencia! Qué pasada, genial *-* Haber como se desenvuelve Yary, no creo ni mucho menos que haya acabado todo. Me encanta Yary, todo el personaje en sí mola, y Daan tampoco se queda atrás. Pública pronto ehh? Un beso <3
ResponderEliminarEstoy enamorada de Daan.
ResponderEliminarAh, y el capi genial, pues como siempre. Nos tienes muy mal acostumbrados, Señorita Speit.
;)
Un beso muy fuerte, Sondra.
Interesantes narrativas,
ResponderEliminarque pases unas felices fiestas
feliz año 2012.
un abrazo.
Woo, yo ya seguía este blog antes de crearme el mío. Y ha sido una gran satisfacción encontrarlo otra vez, en serio.
ResponderEliminar¡No dejes nunca la historia! Es genial ;)
Yaryyyyy!! ¿Qué tal todoo?? He estado muy liada y ni he escrito ni casi he leído nada de nadie... lo siento, con lo que me gustaba tu novela de Tras el espejo:S
ResponderEliminarAdemás de para felicitarte la NAvidad (felices fiestas!!) vengo para ofrecerte si quieres participar en este proyecto:
http://palabraspapelytu.blogspot.com
es un blog comunitario, o sea, lo que se publica es obra de todo aquel que escriba y lo desee:):) Puede ser cualquier cosa y es una buena forma para que la gente te lea, publicitar tu blog... porque junto al escrito que nos mandaras al correo podnríamos tu nombre, tu blog... lo que nos dijeras qe pusiéramos.
En la primera entrada del blog sale el correo al que debes mandarnos el escrito y unas pocas cosas a tener en cuenta.
Un besazo Yary! Espero qe nos envíes algo, estoy segura de que tendrá éxito:)
Llegué!!!
ResponderEliminarBueno, primero de todo (y creo que ya te lo he dicho xD), M.E E.N.C.A.N.T.A!! ADORO a Yary :D Su personalidad, la frialdad con la que mata... Es genial!
Quiero más D: Cuándo volverás a subir??